Todos hemos pasado por un mal día en el trabajo, es algo normal. Hay días buenos y hay días malos.
Tal vez sientas que esos días malos nunca acabarán, pero te puedo decir que mucho se basa en la actitud con la que tomes los malos días y el enfoque.
Para superarlo, recuerda que tú tienes el control de como tomarlo, tal vez no puedas controlar lo que ocurre afuera pero si como te sientes por dentro.
Cambiando tu enfoque
Si estás pasando por un mal día, te recomiendo que cambies de enfoque. Puedes hacer actividades que te ayuden como pasear por la calle, por el parque, que convivas con algún amigo, ir a hacer ejercicio, etc. Si estás teniendo un mal día, te recomiendo que te salgas de tus horas laborales y las inviertas en algo que te ayude a olvidarlo, esto te reconfortará mentalmente. Si te resulta difícil sacarte el trabajo de la cabeza, haz un esfuerzo para concentrarte en lo que estés haciendo.
Come lo que te gusta.
La comida puede ayudarte con tu mal día y puede ayudarte mucho. Está científicamente comprobado que alimentos que contienen azúcar o lácteos como el queso producen felicidad. Si estás teniendo un día realmente difícil te recomiendo que comas algo que realmente te encante.
Escucha música que te produzca felicidad.
Cuando escuchas música que te gusta, tu cuerpo libera dopamina, que se asocia con el placer y la motivación. Todos tenemos esas canciones que nos animan y cuando tenemos un día difícil, tenemos algunas favoritas.
Haz planes para hacer algo que te encante.
Hacer cosas que nos gusten nos producen felicidad, eso está comprobado. No siempre podrás hacerlo el mismo día, pero con el simple hecho de planearlo puede resultarte placentero. Por ejemplo un viaje, el simple hecho de saber que pronto estarás viajando es reconfortante. Así que anímate y hazlo. Planea!
Es solo un mal día, no una mala vida.
Realmente me encanta esta frase, es solo un mal día no una mala vida. Pensar en esto te puede ayudar a que tu día sea más llevadero. Es solo una mala experiencia que pasará, porque todo pasa, siempre. Y mañana tendrás una oportunidad de hacer mejor las cosas, de pasarla mejor. Así que si estás teniendo un muy mal día, recuerda que siempre hay un mañana, siempre hay una nueva oportunidad y que esto también pasará. También recuerda que hay días grises, pero a veces son necesarios para amar los días soleados.