Abriendo camino ante la adversidad

“Son tiempos difíciles” me decía Carlos, un amigo, hace algunos días mientras tomábamos un café y charlábamos.

“Mira, te cuento que creo que son tiempos difíciles, las cosas ya no son como antes, antes era más fácil ser independiente, crear tu propia empresa” me comentaba y proseguía.

“Ahora, el mundo está en crisis, la estabilidad económica es un mito ya, yo veo crisis por todos lados”, y mientras lo escuchaba como se desahogaba conmigo, le pregunté lo siguiente.

“Mira Carlos, ¿cuándo han sido tiempos fáciles?”, cuando era más joven, escuche la misma historia.

Los tiempos son difíciles para la persona que quiere que sea difíciles, el emprendedor aprende a ver oportunidades donde los demás solo ven los problemas.

Proseguí diciéndole, que muchas de las trabas que tenemos, son más mentales que reales. Vamos, a veces en nuestra mente, creamos escenarios catastróficos de sucesos que no han ocurrido. Nos dejamos invadir por el pesimismo, nos creemos lo que los demás nos repiten y no nos permitimos experimentar por cuenta propia las cosas.

Carlos se quedó callado, pensando, que tal vez tenía razón… “Carlos… tú sigues en tu empleo “seguro”, no has tomado ese paso de emprender, porque sigues repitiéndote una y otra vez que los tiempos son difíciles, tú mismo te has programado para no lograr lo que te propones, ¿qué no lo ves?”, le comenté.

Se quedó callado, como pasmado, se dio cuenta en ese preciso instante, que lo que decía no era una chorrada. Era algo real, jamás se había dado la oportunidad de emprender, por temor a un escenario INEXISTENTE.

¡Vaya dilema!, ¿cuantas veces no nos hemos bloqueado por temor a cosas que NO EXISTEN?, Carlos era uno de esas personas, que como tú o como yo, muchas veces nos hemos frenado por temor.

Los tiempos no son difíciles, ni fáciles, los tiempos son los tiempos y se acabó. Si tú como Carlos, te vas a impedir experimentar por lo que otros digan, estás perdido, acabado, que va, no has ni empezado el juego y ya te das por perdido.

Nadie, absolutamente nadie merece estar en un trabajo que no ame, no merece estar en un trabajo que no ama porque es algo “seguro”, porque recibes una nómina. Eso tarde que temprano va a terminar consumiéndote, te va a acabar.

Un día te despertarás infeliz, insatisfecho, cansado, harto, porque no estás haciendo lo que deseas, lo que realmente quieres hacer.

Carlos, era uno de ellos, un hombre que vivía para su trabajo, no para él mismo. Tememos fracasar, pero jamás nos damos la oportunidad de siquiera intentarlo.

Y es que fracasar no es algo malo, debes de quitarte esa idea de la cabeza, el fracaso es aprendizaje, es parte de la vida, no siempre vamos a triunfar, no siempre va a salir todo como lo deseamos.

Pero más vale intentarlo a quedarte con las ganas de haberlo hecho, un día eres joven y al siguiente te despiertas con un par de años encima. No quisiera que llegarás a ese momento en el cuál te preguntas qué fue lo que hiciste con tu vida todo este tiempo.

Y es que el tiempo NO lo tenemos comprado, hoy estás y mañana ya no. Y muchas veces nos detenemos, nos bloqueamos porque creemos que tenemos tiempo, y dejamos las cosas para después, y a veces ya no existe ese después, a veces es AHORA O NUNCA.

Sé que puede sonar muy trillado, pero es que es una verdad absoluta. Los tiempos siempre cambian y la adversidad puede funcionar como una catapulta para tu éxito, para lograr lo que te propongas. Todo está en tu mente, ¿eres ganador o perdedor?

Y es que como le comenté a Carlos aquella tarde, todo está en ti. Jamás me cansaré de repetir que cuando cambiamos una idea, cambiamos nuestro destino.

Las ideas se pueden moldear, cambiar, eliminar, nosotros tenemos ese poder y es increíble que no lo estemos aprovechando.

La mente es sumamente poderosa, tenemos el PODER de crear, de forjar nuestro destino, las decisiones que tomemos hoy, harán eco en el mañana.

¿Qué decisiones estás tomando?

Te invito a que como Carlos, dejes de repetir algo que no has vivido, que te arriesgues, que tomes el control de tu futuro, de tu presente, de tu vida.

Te invito a que lo hagas, no te quedes con la duda. Si haces lo que realmente quieres, lo que amas, créeme que el éxito llegará, porque así funciona la vida. Hacemos lo que amamos por amor, el dinero viene por añadidura.

¿Qué estás haciendo de tu vida?, ¿crees que tienes tiempo?, analízalo HOY, no mañana, HOY.